Las lunas de otoño
De estas palidas lunas de otoño,
Languidecen las miradas vespertinas,
Que en su furtiva búsqueda,
Encuentran solo desencanto,
Y es tan solo el viento con la hojarasca,
La que se lleva los recuerdos de decenas
De primaveras,
Pero la Luna nunca cambia,
Aunque su luz no le pertenece,
El oro y la plata la envidian,
Pues nunca tanta luz,
Ilumino tantas almas
Gustavo
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