Rembrandt : El Emaus
He venido a tu casa a compartir el pan contigo,
podría ser cualquiera, podría ser el destino,
más estas llagas en las manos y estas marcas en mi rostro,
te pueden hablar de cual ha sido mi camino .
Llegue aqui sólo, como un desconocido,
aunque no me conozcas, que la Paz sea contigo,
"te daré de mi pan y también de mi vino",
pués llevan la compasión, de mis latidos.
Me miras con sorpresa, porque me has reconocido,
más esta luz intensa, que penetra toda oscuridad,
esta aquí, para levantar a los caídos,
a los que han sido victimas del miedo, del horror,...
del dolor y a los que viven con el corazón partido,
esta LUZ, es la resurección que no conoce tiempos,
ni inventos del hombre, ni paraisos perdidos,
es la ILUMINACION que ha llegado ahora,
con este pan bendecido.
Gustavo
