Este viaje que empezó en incertidumbres grises y obscuras,
me ha llevado a las honduras de mi propia mente,
donde hay susurros, cantos, y diálogos entre entes,
que conversan en sus delirios, inmersos en sus perdidas locuras.
y desde ahí me preguntan con ingenuidad ¿oye, porque no maduras?
" lo que madura se pudre, instantáneamente",
"me gusta ser niño, y me encanta ser insolente,"
"me burlo de mi propio destino que sigue siendo mi única cordura.."
No hay pasado, tampoco futuro, solo presente,
que nos recuerda con puntual y exquisita premura,
que la muerte salva, pues nunca estará ausente,
si los recuerdos nos llenan de tristeza y amargura,
hay que morir ahora, en la profundidad de la mente,
que la paz vendrá y con ella, el vendabal de la dulzura.
Gustavo